Samy siempre ha obedecido las reglas de casa, hasta el momento, ya era mayorcita para regresar siempre a la misma hora cuando salía. Lo más extraño era que incluso sus padres hacían lo mismo. Al menos, una vez, no podía hacer daño, ¿no?

miércoles, 27 de marzo de 2013

INTRODUCCIÓN

Como en cualquier sitio, todo está regido por unas reglas, una serie de normas las cuales respetar; sin embargo, aquel reglamento de entrada y salida que tenía en mi casa, no era nada habitual.
Al principio, cuando era pequeña, no me daba cuenta, por lo que aceptaba y punto, no tenía nada que discutir. Pero ahora que soy universitaria, que me conozco toda la ciudad, me resulta más que extraño.
Nunca había desobedecido esa norma, ni siquiera mi hermano; incluso mis padres la seguían al dedillo... ¿por dar ejemplo? ¿O quizás por algún misterio que desconocía? Porque lo único que sabía, es que yo misma me había quedado atrapada en él.
Me llamo Samara; mis amigos me llaman Samy, y esta es mi historia.